Café Irlandés: Receta Original


El origen concreto de la receta del café irlandés nace en el oeste de Irlanda, concretamente en una localidad llamada Foynes, ubicada en el condado de LimerickMunster.

En Foynes había un restaurante con fama de ser uno de los mejores de Irlanda. En 1943, el chef del restaurante, Joe Sherindan, preparó un café con Whiskey irlandés para unos pasajeros cuyo vuelvo había tenido que regresar al aeropuerto, debido a las malas condiciones meteorológicas. Ante la insistencia de los pasajeros preguntándole el nombre de esa receta, al chef no se le ocurrió otra cosa que denominarlo por el nombre que posteriormente daría la vuelta al mundo: “Irish coffee”. El resultado fue un rotundo éxito. A partir de ahí, Sherindan perfeccionó la receta añadiendo otros elementos y aumentando la fama de su creación.

Ingredientes

  • Agua caliente
  • 1 cucharada de azúcar moreno
  • 40 ml de whiskey irlandés
  • Café 
  • Nata semi montada

Preparación

  1. Imprescindible tener los recipientes adecuados. Muchos tendréis la imagen del “Café Irlandés” en una taza con asa, pero no es correcto. La preparación original se sirve en un vaso de cristal transparente, ya sea una copa de balón o un vaso de cerveza. Así pues, preparar un vaso en condiciones, transparente y con capacidad.
  2. Calentamos la copa, añadiendo agua caliente durante unos segundos. Luego la vaciamos y la secamos. De esa forma quedará seca, pero a la temperatura adecuada.
  3. Añadimos una cucharada de azúcar moreno y 40 ml de Whiskey Irlandés. No uséis ningún otro, no os saldrá igual…
  4. Llenamos el vaso de nuestro Café Mythic muy caliente, dejando alrededor de un centímetro de distancia con el borde del vaso. Nosotros os recomendamos nuestro café Ethiopia Yirgacheffe, de Origen Africano, cuerpo sólido y destacados aromas de bayas rojas y negras. 
  5. Removemos para que el azúcar se disuelva.
  6. Le toca el turno a la nata. Debemos añadirla por encima con mucho tacto y debe estar medio montada. Podemos usar una cuchara como soporte, para que caiga suavemente sobre el café y genere esa crema espesa tan característica.
  7. Se sirve así, sin remover ni agitar y bien caliente.